martes, 15 de marzo de 2016

LA ENCONTRADO MUERTO

Pobre chico que le habrá pasado para desaparece vaya familia lo estara pasado mal pobre chico que le pudo pasar por su mente desparecer.

Estaba a punto de cumplirse un mes un mes desde la desaparición del Jordi Sobrado, el chico de Láncara de 23 años al que familiares y amigos se resistían a dar por muerto. Su búsqueda terminó ayer de la peor manera posible. A primera hora de la mañana, un vecino del pueblo ribereño de Belesar se sobresaltaba al ver pasar flotando por el medio del Miño lo que le pareció el cuerpo de una persona boca abajo. Poco después, los bomberos rescataban el cuerpo unos cientos de metros más abajo. A primera hora de la tarde, la autopsia permitía confirmar la identificación y la familia recibía la fatal noticia.


Sobre el terreno había pocas dudas de que el cuerpo era el de Jordi Sobrado. La identificación visual no resultaba fácil, porque cuando los bomberos lo sacaron del río estaba cubierto de barro casi por completo. Pero estaba vestido y en la ropa llevaba una cartera y un carné de identidad a nombre del desaparecido.
El pueblo de Belesar está a aproximadamente un kilómetro del puente con el que el corredor Monforte-Lalín cruza el río Miño. El lunes 22 de febrero apareció en una pequeña explanada al lado del puente el coche del desaparecido. Su familia había denunciado la desaparición la semana anterior. No sabían nada de él desde el día 17. Había pasado el día con su novia en Santiago y se esfumó después de despedirse de ella.

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